Como en un cuento.

Para mi es una ciudad mágica y podría darte miles de motivos para que la visites, pero si tuviera que darte sólo uno te diría que es una ciudad única en el mundo y completamente diferente al resto. Un lugar con un espíritu encantador que hace que todo el mundo se enamore de ella. Por algo le dicen la ciudad del amor, la cual le prometí volver. Las 6 hs que estuve me sentí dentro de un cuento, maravillada de tanto encanto. Me llevo los mejores recuerdos, hasta volvernos a encontrar.

Pensar que este viaje casi lo dejamos pasar, cuando al fin nos decimos a ir ya teníamos casi todo pago, incluso los pasajes, pero si les cuento lo que nos paso después se ponen a llorar de la bronca. No importa porque la vida no iba a poder con nosotros, así que nosotros pudimos con la vida y cerrando los ojos nos fuimos igual. Y VALIO LA PENA!

Nos fuimos de Bruselas, desde el aeropuerto Charleroi al aeropuerto de Treviso, situado a 40km del norte de Venecia. Para llegar a ésta, del mismo aeropuerto sale un bus (€ 12 c/u) que tarda 30´ y te acerca a la estación Piazzale Roma (el último lugar de Venecia donde se puede llegar por la carretera) desde de ahí, deberas cruzar en Vaporetto que es la embarcación de transporte público de Venecia y cuesta €7,50. Lo ideal es tomarse la linea n° 1 ya que es la más famosa y recorre lentamente (45´)el Gran Canal, pero nosotros tomamos la linea n°2 que era mas rápida (30´). Podes elegir bajarte en la parada que quieras, lo ideal para mi, si estas con poco tiempo, es bajarte en la parada de San Marcos.

PRIMERA PARADA

Parada en estación de trenes de Santa Lucía

De paseo por el Gran Canal

El famoso Puente Rialto

Al terminar el recorrido, que se pasa volando porque vas todo el viaje emocionado de ver tantas casas lindas, y todo es lindo.

Nos bajamos en San Marcos, al bajar y a tu derecha se encuentra una feria muy linda, donde encontrarás las clásicas máscaras y todo tipo de recuerdos. Terminada la feria esta la plaza de San Marcos, lo primero que vemos en el medio es el Campanille, el campanario de la Basílica de S.M., es el edificio mas alto de la ciudad, y se encuentra rodeado de la Basílica de San Marcos (impresionante), el Palacio Ducal en el tono pastel que tanto amo, el Museo Correr y la Torre dell'Orologio.

SEGUNDA PARADA SAN MARCOS

Basílica de San Marcos

Palacio Ducal

Puente de los Suspiros

Cosas que aprendí de los viajes, no demorarme en restaurantes. No hay nada como una rica pizza al paso, y en Venecia con tantos canales, cualquier lugar es válido para sentarse a deleitar una rica pizza al mejor estilo italiano. Claro que de vez en cuando está bueno sentarse a comer tranquilo, pero cuando estas de paso en una ciudad tan linda, y con tan poco tiempo como yo, hay que apreciarla hasta el último minuto. Así que nosotros elegimos cerveza y pizza al paso.

Continuamos el recorrido por el mercado Rialto,en el distrito de San Polo es imposible venir a Venecia y no recorrer el mercado. Fue volver a mi infancia, donde amaba acompañar a mi abuela, los fines de semana, a hacer las compras a la feria. Nosotros llegamos un poco tarde (suele estar hasta las 12) pero aún quedaban varios puestos. Los colores vivos de las frutas y verduras, el bullicio y el amontonamiento de gente, las cosas simples de la vida que se aprecian aún más estando de viaje♥

Pizza veneciana al paso

Mercado Rialto

Mercado del Puente Rialto

Venecia es una ciudad de callecitas angostas y no hay nada mas lindo que perderse en ella. Entrar por acá y salir por allá, nos divertimos tanto en esta ciudad. Mirar las viejas paredes y solo te queda pensar en las historias que guardan. Venecia es única, su energía y su encantanto no dejan de sorprenderte...

Y despúes de caminar descansamos un rato en un parque muy lindo, a la orilla del canal y de ahí fuimos a probar el famoso gelato italiano (me quedo con el de Roma), aunque no voy a mentir, quise probar un sabor que no conocía y termine tirandolo porque juro que el sabor era horrible. Así que lo ideal es probar algo más clásico, o mejor aún pedirle que te de para probar antes de comprar (me avive después).